Sociedad y Economía en la España de los Austrias.

   Una Sociedad Estamental:

   En la sociedad española de la época moderna, existían tres estamentos o grupos sociales, cerrados y bien diferenciados, con características legales diferentes:

   
   La Nobleza perdió poder político en beneficio de los monarcas que les aseguró sus privilegios. Los reyes proporcionaban cargos de gobierno a los nobles y les concedían señoríos, que eran extensiones de Tierra sobre las que los nobles tenían poder fiscal, económico y de justicia.

   El Clero tenía una gran influencia y poder, sobre todo las altas Jerarquías eclesiásticas. Se crearon numerosas Órdenes Religiosas y la Inquisición ejerció un gran control sobre la población.

   El Tercer Estamento estaba formado por dos grupos:

 La Burguesía no era demasiado activa, y la principal aspiración de los burgueses consistía en llegar a ser funcionarios del rey o ascender a la nobleza, incorporándose así a los Estamentos Privilegiados.

 Los Campesinos eran el grupo más débil, pero también el más numeroso.

   Las limitaciones de la Mentalidad Social:

     La Mentalidad Social de la España de la Época  presentaba dos características que la definen:

   La obsesión por la Limpieza de Sangre, es decir, por no tener orígenes judíos o musulmanes. A causa de la intolerancia de la época, se despreciaba a los que pertenecían a otras religiones, y se estimaba más a los denominados cristianos viejos, aquellos que no tenían antepasados de otros credos.
   La Escasa Valoración del Trabajo Manual, que se consideraba algo propio del estamento inferior. De este modo, se transmitía a toda la sociedad el Ideal de Vida de la Nobleza, que despreciaba cualquier tipo de trabajo manual, así como el comercio.
   Estas dos características supusieron una clara limitación para el progreso de la sociedad española de la época y además, supusieron el exilio de comunidades que profesaban otras religiones, así como, los judíos y los moriscos.

     El impacto del Imperio en la Economía:

   En el siglo XVI, Castilla fue el motor económico de la Monarquía Hispánica, y algunas de sus ciudades, como Sevilla y Madrid, se vieron muy beneficiadas por la expansión imperial.
Sin embargo, la llegada masiva de la plata y el oro americanos no fue del todo positiva, ya que causó una subida de precios que hizo poco competitiva a la industria castellana. Además, gran parte de estos ingresos se dedicaron a pagar las tropas que luchaban en las guerras europeas o se destinaron a los gastos suntuarios en la corte, como grandes construcciones, obras de arte y objetos de lujo.

   La Crisis del siglo XVII:

      En el siglo XVII la economía de la Monarquía Hispánica sufrió una importante Crisis Económica, que afectó sobre todo a la corona de Castilla. Algunas de las causas de esta crisis fueron:

    El fuerte descenso demográfico, provocado por las numerosas epidemias, la emigración a América y las guerras.
    Se produjo cierto declive en el comercio con América.
    Los gastos de la monarquía aumentaron significativamente, mientras que los ingresos disminuyeron.
  La situación se intentó solucionar mediante el aumento de los impuestos, pero estas medidas contribuyeron a incrementar el malestar social e incluso dieron lugar a revueltas políticas.




Mª Inmaculada García Gómez.